El ayuno de Miró

El universo de Joan Miró es de líneas infantiles; plasmaba automáticamente lo que imaginaba, pero, cuando observas sus composiciones no parece que sean del todo ingenuas.

Sobre este cuadro, El carnaval de Arlequín, Miró diría: “En la tela aparecen elementos que se repetirán después en otras obras: la escalera, que es la de la huida y la evasión, pero también de la elevación; los animales, y sobre todo los insectos, que siempre me han interesado mucho; la esfera que aparece a la derecha es una representación del globo terráqueo, porque entonces ya me obsesionaba una idea: ¡tengo que conquistar el mundo! También el gato que lo tenía siempre a mi lado mientras pintaba; el triángulo negro que aparece en la ventana representa a la Torre Eiffel”.

Y también algunas claves que permiten interpretarlo: “Intenté plasmar las alucinaciones que me producía el hambre que pasaba. No es que pintara lo que veía en sueños, como decían entonces Breton y los suyos, sino que el hambre me producía una especie de tránsito parecido al que experimentaban los orientales.

Precisamente ese hambre que padecía parece estar representado en el agujero en el estómago del personaje de Arlequín (con cuerpo semejante a una guitarra). Se piensa que la escena refleja la celebración del Mardi Gras (en francés Martes Gordo) que es el Martes de Carnaval en cuya noche se comen alimentos ricos en grasas para preparar el ayuno que comenzará con la Cuaresma al día siguiente, en el Miércoles de ceniza.

(Fuentes: Wikipedia en español, catalán e inglés)

El cuadro, pintado entre 1924-1925 pertenece a la colección del Buffalo AKG Art Museum

Chirigota recomendada (pulsa la máscara)

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