Asociación Vecinal de Siete Aguas – La esquina virtual

Con motivo del centenario de la entrada de las mujeres a la universidad española en condiciones de igualdad que se produjo en 1910, la física, Carmen Magallón Portolés, escribió el artículo que queremos recomendar.

Los hombres ya lo hacían desde el siglo XVI.

Su título: Las mujeres que abrieron los espacios de las ciencias experimentales para las mujeres, en la España del primer tercio del siglo XX.

El artículo nos permite unir la celebración ayer del Día internacional de la mujer y la niña en la Ciencia y el inicio del camino de nuestro grupo.

Carmen Magallón, es especialista en Historia de la Ciencia y pertenece a la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad de la que fue presidenta entre 2011 y 2019. Se doctoró con la tesis Pioneras españolas en las ciencias. Las mujeres del Instituto Nacional de Física y Química.

El artículo relata el camino que llevaría a esas pioneras desde 1910 hasta la guerra civil que acabaría con las aspiraciones de muchas o el exilio de otras. También cita nombres, cada uno de ellos con una historia personal. Todos merecen ser recordados. (ver artículo).

Extraeremos algunas frases que sirvan de reconocimiento y que vienen a resumir las resistencias con las que se encontraron aquellas primeras científicas y los subterfugios a los que tuvieron que recurrir, así como la importancia de los ‘referentes’:

“las universidades, los laboratorios y las sociedades científicas se abrieron a las mujeres porque hubo algunas pioneras que se empeñaron en estudiar y en seguir por la senda de la ciencia, pese a todas las dificultades”

“debió de ser decisivo que la personalidad de las protagonistas tuviera dos rasgos de carácter, necesarios en aquellas circunstancias: una disposición clara a ejercer su libertad, por encima de convencionalismos, y el no cejar ante las dificultades”

“apelar a que la preparación científica de una mujer le ayudaría a cumplir mejor sus roles asignados, fue una estrategia utilizada con éxito para entrar en espacios inhóspitos para ellas”

“las jóvenes universitarias españolas conocían la historia de las mujeres en la ciencia, veían en estas figuras sobresalientes un acicate para ellas mismas y un modelo a esgrimir ante una sociedad anclada en los prejuicios”